Las altas temperaturas y la ausencia de lluvias han propiciado una cosecha corta pero de excelente calidad.  El vino ya puede encontrarse en clásicos como Bodegas Salado de Umbrete, La Escalera de Bollullos o El Melli de Villanueva del Ariscal.

 

Cuando Bodegas Salado de Umbrete comienza a tener mosto en su despacho y a distribuirlo entre sus clientes no hay lugar a dudas. Es entonces cuando la temporada de este vino joven del Aljarafe sevillano queda oficialmente inaugurada. Este año el pistoletazo de salida se produjo aproximadamente a mediados de octubre. Según explica uno de los propietarios de las bodegas umbreteñas, Rafael Salado, la presente cosecha de mosto ha sido más corta de lo habitual debido al déficit de lluvias registrado, lo que ha propiciado un 30 por ciento menos de producción que en años anteriores. «Aunque estas circunstancias también redundan en que el mosto tenga un grado alcohólico alto y, sobre todo, una excelente calidad», aclara Salado.

En este mismo sentido, el propietario de Bodegas Salado explica que la empresa exporte a países tan dispares como Panamá, Holanda o Reino Unido, siguen siendo Sevilla capital y la zona del Aljarafe los mayores consumidores del mosto que elaboran desde 1810.

A principios de septiembre tuvo lugar la pisada de la uva de otro clásico de la zona: la Bodega La Escalera de Bollullos de la Mitación. Ya el 26 de septiembre comenzaron a servir su primeros mostos acompañados de los típicos platos caseros que han dado fama a la cocina de este establecimiento. Menudo, albóndigas, migas o carrillada no podían faltar junto a un vino del que esperan vender entre 8.000 y 9.000 litros esta temporada. «Se ha perdido mucha cosecha por la sequía pero lo recolectado es muy bueno», reitera Manolo Varilla, propietario del establecimiento bollullero.

Desde 1954 llevan haciendo su propio mosto en El Melli de Villanueva del Ariscal donde este año han comenzado a servirlo entorno al 25 de octubre. «Aún le falta un poco de frío pero está muy rico», explica Manuel Castillo, uno de los propietarios, quien aprendió de su abuelo «que no es hasta el 8 de diciembre cuando el mosto está en el punto perfecto para su consumo». Mientras, en El Melli lo sirven de la mano de potajes, carrillás y menudos. El establecimiento ariscaleño dispensar unos 2.400 litros de mosto en esta temporada.

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