Local con encanto fundado en 1904 por la familia Rivera, la misma que lo sigue regentando en la actualidad en la persona de Francisco Rivera González. Tiene una barra, en medio la cocina, que se ve desde todo el local y al final un salón comedor. Todo está decorado con azulejos sevillanos y objetos antiguos que le da al establecimiento mucho encanto.

La especialidad de la casa son los churros, de los de rueda, de los gordos. Como peculiaridad lo sirven durante todo el día, incluida la hora del almurzo. Se pueden tomar en el establecimiento o también los preparan para llevar en pequeños cubos de papel. También se pueden desayunar tostadas de pan. También famosa la de jamón ibérico, que cortan a cuchillo en el propio local. Al mediodía también tienen tapas como los montaditos, el flamenquín, las croquetas o los san jacobos.

La barra del bar El Comercio está llena de detalles. Foto: Cosasdecome

El comedor del bar El Comercio. Foto: Cosasdecome

Los churros se pueden comer durante todo el día. En el exterior hay una fuente donde se exponen. Foto: Cosasdecome