Establecimiento especializado en comida tradicional, pero sin gluten y sin lactosa. La iniciativa es de Patri Angulo, que trabajaba en la carnicería con su padre, Antonio, y se dio cuenta de que muchas de sus elaboraciones que realizaban con el método tradicional y artesano eran aptas para las personas a las que les da problemas estas sustancias.

Así, decidió abrir un restaurante basado en estos productos y añadiendo más elaboraciones para todos los públicos. Desde que comenzó a funcionar, en septiembre de 2016, raro es el día que no atiendan a una o dos personas que tienen problema con gluten o lactosa.

Indica que tienen especial cuidado de evitar la contaminación cruzada; el pan no entra en la cocina y si hay que hacer un montadito se hace fuera, en la barra, teniendo especial cuidado en que no lo toque el personal de cocina. El establecimiento ha conseguido labrarse una buena reputación entre las personas con intolerancias; en la aplicación celicidad está entre los restaurante mejor valorados por los celíacos.

En el establecimiento lo que más salen son platos y tapas, todos hechos por ellos, explica Patri.

La vitrina. Todas las fotos han sido cedidas por el establecimiento.