La ingeniera Ana María Linares puso en marcha esta vinoteca tras valorar diversas ideas para montar un proyecto propio: esta era las más romántica y también la que más le motivaba. En Lama La Uva se pueden encontrar vinos que no son comerciales, poco conocidos y de todas las denominaciones posibles. La idea es que los clientes no reconozcan ninguna botella cuando entran en la tienda.

En la vinoteca cuentan con unas 300 referencias, con atención especial a los vinos andaluces y a los naturales, es decir, aquellos que no llevan añadidos como sulfitos.

Cada semana se ponen sirven cuatro vinos concretos por copas, y van rotando, de forma que los clientes puedan ir probando. En verano de 2018, decidieron mantener los jereces por copas (más información aquí). En la tienda, además de probar vinos acompañados por por ejemplo, jamón, se puede conseguir asesoramiento sobre los vinos a adquirir para casa ocasión. También se organizan catas todos los jueves (hay que llamar para apuntarse), y en ocasiones la programación se refuerza con más actividades, como las sesiones de catas de los viernes del mes de julio. Estas catas, según apunta Ana María, siempre cuentan con un hilo conductor.

La vinoteca cuenta con una página web y venta on line (ver aquí).