Aceitunas La Prieta acaba de lanzar al mercado un paté hecha con estas apreciadas aceitunas de Arahal deshidratadas naturalmente.

 

Las aceitunas prietas son de las pocas que deshidratadas naturalmente. Son aceitunas sevillanas recolectadas a mano una vez alcanzan su estado óptimo de maduración, de noviembre a enero; son negras naturales, porque se tornan de ese color ya en el olivo, antes de desprenderse y caer. En la empresa Aceitunas La Prieta le llaman «el eslabón perdido del aceite y la aceituna de mesa».

El origen de la elaboración esta aceituna propia de Arahal se remonta a los fenicios y a los antiguos salazones; de hecho, se pueden encontrar preparaciones parecidas en zonas de Siria, Grecia y Marruecos, así como en las regiones de Catamarca en Argentina y Kalamata en Grecia. Una vez recolectadas, se depositan en sal durante veinte días o un mes, de forma que se desprende del alpechín y su amargor y se concentran aceite y fibra. Cuando están desecadas, se desalan y aliñan con aceite virgen extra, orégano, ajo y pimiento ñora.

Es «un producto de tradición humilde que ha pasado de generación en generación y que se sirve en desayunos y aperitivos y que se ha convertido en una verdadera delicatesen, entre los paladares más exigentes», explica la empresa. El único problema era su difícil conservación, que hacía que la prieta apenas saliera de los límites del municipio. Hasta hace unos años, cuando una empresa dio con la clave para preservarla y comercializarla.

Esa empresa ya no existe, pero uno de los socios que la fundaron, Antonio Sánchez Flores, ha seguido esta senda y actualmente es el gerente de Aceitunas La Prieta, la única empresa que comercializa la aceituna fuera de los límites del municipio sevillano. Desde hace un par de semanas, además de aceitunas preservadas mediante un proceso de pasteurización, comercializa un paté hecho con las apreciadas prietas.

Explica que el paté apenas lleva poco más que la aceituna, aceite, pimientos, ajo, especias y gelatina, y que la idea es intentar llevarlo al mercado gourmet y al de la alta restauración «porque el producto lo merece»; de hecho, ya hay cocineros interesándose por este singular producto.

Además, el siguiente paso será cambiar el formato en el que actualmente se comercializan las aceitunas. Del formato de medio kilo se ha pasado al del cuarto, más accesible para el consumo doméstico. Ahora, se quiere pasar del plástico al gourmet, no sólo para darle «lustre» al producto, sino para mejorar su conservación.

Enfrentarse al mercado, en todo caso, es un proceso complicado; por ese motivo, actualmente está buscando distribuidores.

Más información sobre esta empresa, en su web (ver aquí)

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