María Luisa Ucero señala: «Cuando la materia prima es de calidad, se trata en la cocina con mimo y además cuentas con un trato cortés, es para quitarse el sombrero. Eso ocurre en Cañabota (Calle Orfila, esquina con José Gestoso- Sevilla). El lugar nos lo descubrieron nuestros amigos Manuel Ramos Farfan y José María Domínguez, un día que fuimos a cenar, pero como a esas horas no comemos demasiado, teníamos pendiente repetir y acompañados de dos amigos grazalemeños, Mari y Andres, amantes de los productos del mar, reservamos en este singular restaurante. Principalmente se dan cita en el establecimiento lo mejor del litoral gaditano, con alguna presencia de productos de Huelva, Galicia… todo ello a la vista, en un mostrador al estilo de las pescaderías. Un lugar con un servicio impecable donde entre otras personas Juan Lu Fernández, te asesora y te atiende con diligencia y conocimiento. La comanda estuvo compuesta por: “Bollito relleno de mejillones con emulsión de mayonesa cítrica y picante” (cortesía de la casa), “Almendritas plancha con su tinta”, “Huevas fritas”, “Mero confitado con alcachofas y brócoli rojo”, “Raya, guisantes y papada”, terminando con un «Lenguado» espectacular preparado para los cuatro, de tal forma que tuviésemos una porción de las dos partes del pescado, servido con una emulsión hecha con el propio jugo; la hueva del lenguado habla por sí sola sobre el tamaño y naturaleza del mismo. El dulce final: “Calabaza, naranja y yogurt” y “Chocolate, avellana y caramelo salado». ¡Espléndida comida!»

María Luisa acompaña su informe tapatológico con esta foto:

El lenguado de Cañabota fotografiado por la tapatóloga María Luisa Ucero.