De tamaño pequeño y alejadas de la forma habitual de las magdalenas. Estas son entrelargas porque así lo decidió José Galvez Nuño, el primer maestro pastelero de la confitería Galvez de Lora del Río que las hizo y las creó. Su hijo, Francisco José, que continúa su labor en el obrador familiar señala que «se compraron los moldes para hacerlas así y así se han quedado, entre otras cosas porque gustan mucho al público».  Cada una viene con su blonda, con una masa esponjosa, un toque de limón y un poco de azúcar por lo alto, pero con moderación. José Francisco señala que «las hacemos practicamente a diario para que el público se las lleve recién hechas». Vienen envueltas en papel parafinado y cada unidad sale a 50 céntimos. Complicado comerte sólo una. El precio es a junio de 2019.