La empresa alcalareña mantiene la tradición de repartir a domicilio para que nadie que aprecie el sabor de la leche de siempre pierda la oportunidad de tomarla. Este negocio con más de 60 años distribuye unos 15.000 litros en Andalucía y fuera de España
El día que Antonio García nació, una vaca estaba de parto en el corral a pocos metros de donde su madre daba a luz. Cuando a él le dieron su nombre, decidieron que la casualidad merecía que lo compartiera con la ternera que había nacido casi a la misma vez que él, y la llamaron Antonia. Ese mañana, sus dos hermanos Luis y Paco habían repartido en burro por Alcalá de Guadaira la leche fresca, el negocio que era el sustento familiar y que, sesenta años después, lo sigue siendo bajo la marca Hermanos Batato de Alcalá de Guadaíra.
En familia son vaqueros de toda la vida, de los que ordeñaban a mano y repartían casa por casa en burro. Con la llegada de los años 90, decidieron actualizarse y comenzaron a envasar la leche en lo que es una icónica bolsa de plástico, porque no conciben otro envase para un producto que trabajan al día. Pero la modernización de la empresa no acabó con el reparto a domicilio, otra de las señas de identidad de Hermanos Batato, que aún hoy lleva su leche a las casas. No es rentable, cuenta Antonio, pero si alguien que ha descubierto la leche en un bar le pregunta dónde puede comprarla, no le dejan sin solución, y se la hacen llevar con su reparto. «En un residencial de Sevilla nos lo pidió una vecina, y ya le repartimos a 60», cuenta Antonio con orgullo.
El principal negocio de hermanos Batato actualmente es la venta de leche a hostelería, colectividades, fábricas… De los 200 litros de hace 30 años han pasado a una producción actual de 15.000 litros diarios. De Sevilla han saltado a Cádiz, Málaga, Huelva… también a Ceuta, Marruecos, y Mauritania. En estos últimos distribuyen leche fermentada, muy consumida en la zona, que se suma a la leche entera y la leche sin lactosa que componen todo su catálogo.
Antonio defiende su producto, no porque sea al suyo, da una razón de peso: son de los pocos productores de leche del sur de España que no fabrican otros productos derivados de la leche: «Nuestra leche tiene un 3,8 % de materia grasa. El mínimo estipulado es de 3,5%. Podríamos usar la diferencia para fabricar mantequilla o queso, pero no lo hacemos, conservando todas las propiedades y el sabor de la leche de antes». Los únicos procesos por los que pasa la leche fresca entera son la pasteurización y la homogeneización. No añaden conservantes, porque ordeñan todos los días y distribuyen con la misma frecuencia. Las personas que tienen el recuerdo de la infancia de la llegada de la leche traída por el lechero a casa, que hervían antes de consumir, rememoran aquellos tiempos cuando prueban la de Hermanos Batato.
La empresa tiene continuidad en la tercera generación con Antonio y Alejandra, hijos de Antonio, que con 24 y 26 años respectivamente, ya están involucrados en el negocio familiar. Un negocio que goza de buena salud y que acaba de recibir el premio a su trayectoria en la primera edición de los premios empresariales de la Federación de Industriales y Comerciantes de Alcalá (FICA).
Se puede contactar con los hermanos Batato a través de su web.
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