El restaurante de la avenida de Cádiz ofrece una singular colección de arroces que van desde el típico negro servido con alioli hasta un poco habitual arroz con patatas, garbanzos y embutidos
Hasta 19 tipos de arroces diferentes se pueden tomar habitualmente en Áncora un establecimiento especializado en este producto que funciona desde el año 2013 en la avenida de Cádiz, en la ciudad de Sevilla.
La carta arrocera de este sitio es una de las más completas de Sevilla en cuanto a esta preparación y recorre desde los clásicos arroces en paella con pollo y verduras o el negro con calamares hasta propuestas menos habituales como uno con carne de cerdo, alcachofas, patatas y jamón ibérico u otro con pulpo a la gallega y ajos tiernos.
Lo cierto es que Áncora es un sitio singular en muchos aspectos. Primero en su decoración, muy colorista debido a los grandes cuadros colgados en la pared de la artista Monserrat Hernández Claret. Son obras que están a la venta y que pertenecen a su colección «Cariátides», un homenaje a las mujeres que realizan trabajos duros.
Segundo también por su gestión, realizada por una cooperativa de cuatro trabajadores que lo pusieron en marcha y que once años después de poner la idea a rodar siguen al frente del negocio, aunque con la incorporación de dos cooperativistas más que se han unido al proyecto.
El sitio tiene una decoración sencilla. Unas estanterías sirven para separar los dos comedores que tiene el restaurante. Solo hay una pequeña barra de servicio. Además una amplia terraza cubierta con toldos. En total tienen capacidad para unos 60 comensales.
El proyecto surgió de un problema. Trabajaban en otro establecimiento y hubo conflictos laborales. Se vieron sin trabajo y se les ocurrió la fórmula de la cooperativa. Así que invirtieron la indemnización por el despido en poner en marcha su proyecto. De hecho lo de Áncora hace referencia a una acepción de esta palabra la de refugio «porque eso fue lo que encontramos aquí».
Dos de los fundadores, Alejandro Martínez y Chicho D’Tullio se encargan de la cocina, mientras que Pedro Orozco y Fernando Barrio se encargan de atender a los clientes. «De todos modos aquí todos hacemos de todo» señala Barrio.
Pero en el restaurante no solo se come arroz. Por las mañanas ofrecen desayunos clásicos con el pan prieto de La Algaba, de la panadería Práxedes, como principal protagonista. Es el mismo pan que sirven luego para acompañar la comida.
La carta llama la atención, al igual que en los arroces, por la originalidad de algunas propuestas. Así, por ejemplo, tienen una particular versión de los guisos de mar y montaña en el que combinan un clásico del guisoteo sevillano, las manitas con las cigalas. Sirven un tataki de atún con la particularidad de que lo aliñan con un alioli a la miel.
Otra de las propuestas que gustan son unas patatas bravas que aliñan con una salsa elaborada por ellos mismos y la estrella de la casa, además del grano, son unas espectaculares alcachofas, que quedan crujientes tras freirlas a fuego fuerte, y que acompañan con huevo frito, lascas de jamón ibérico, ajo y un buen chorreón de aceite de oliva virgen de la cooperativa Virgen del Rosario de Algodonales (Cádiz).
Resaltan que tratan de apostar por el producto local. En este sentido el arroz que utilizan para sus platos es el «Marisma» de la cooperativa Arrozúa de Isla Mayor. «Porque es el que nos da mejor resultado y además es de aquí».
Especialmente singular es el arroz que elaboran con los ingredientes de un cocido andaluz. Es una evolución de un plato tradicionalmente de sobras en la cocina casera y que consiste en echarle un poco de arroz a los ingredientes que sobraron del cocido.
En este caso no es una cocina de sobras. Lo que se hace es un guiso de patatas con garbanzos que se usa para el arroz que lleva también tropezones de embutidos como chorizo o morcilla.
Ofrecen también un arroz de verduras para personas que no quieren ni carne ni pescado y hay un apartado de arroces melosos. No falta aquí el de bogavantes u otro de cigalas que se acompañan con chipirones y espárragos. Hay uno de setas y foie y otro con zamburiñas gallegas.
Los fideos también tienen su espacio con tres especialidades entre ellas un original de atún y cigalas.
Los arroces se sirven como mínimo para dos personas y resaltan «que todos los fondos y refritos los hacemos nosotros. Todo es natural».
El precio de los arroces oscila entre los 10,90 la ración del «abanda» con chipirones hasta los 22,50 del de bogavante, que es el más caro.
En el establecimiento elaboran también sus propios postres con propuestas como la tarta de queso o el tiramisú, aprovechando que Chicho, uno de los cocineros, es italiano de nacimiento.
Horarios, localización, teléfono y más datos de Áncora, aquí.
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- Aquí la guía del arroz de la ciudad de Sevilla.
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Y aquí un video con una receta de arroz, el arroz del señorito interpretado por la cocinera Loli Rincón del restaurante Manolo Mayo de Los Palacios: