Río Azul, el original proyecto de Eloy del Río, logra atraer al público al polígono Hytasa con su propuesta de cervezas artesanales propias acompañadas de comida callejera

 

«Los nombres de las cervezas siempre están relacionadas con su zona de procedencia. Pensamos que la nuestra es la cerveza del Río Guadalquivir, por eso y también por homenajear a mi padre, al apellido del Río, se nos ocurrió lo de cerveza azul».

Eloy del Río es sevillano. Estudió Geografía. Viajó por unos cuantos países, se enamoró del mundo de las cervezas artesanales y ya en el año 2014 dió su primer paso en serio, cuando co-fundó en la calle Delgado, en Sevilla, «Maquila Bar». Aquelló ya llamó la atención. Era la primera vez que se veía en Sevilla un bar con una fábrica de cervezas artesanales dentro. El proyecto recibió hasta algún premio pero Del Río aspiraba más. De hecho se formó con estudios especializados de EEUU Y Reino Unido y de la Universidad de Alicante y, a finales de 2017, ponía en marcha en un antiguo almacén del polígono Hytasa, la mayor fábrica de cervezas artesanales de Andalucía: Río Azul, unas dependencias con más de 1000 metros cuadrados que se dividen en dos partes bien diferenciadas, la fábrica y un restaurante donde beberla acompañada de comida callejera internacional, una de las tendencias gastronómicas de moda y una fórmula que también le está dando resultados a otra cervecera andaluza en Cádiz, «The Cabin» que también está centrando su expansión en la combinación de espumosas y comida informal…y ya tienen tres establecimientos (más información aquí).

Eloy del Río posa junto a dos grandes depósitos de cerveza. Foto: Cedida por el establecimiento

Eloy del Río posa junto a dos grandes depósitos de cerveza. Foto: Cedida por el establecimiento

El local mantiene su estética «industrial». La entrada se hace desde una puerta de garaje, se mantienen los techos altos, murales en las paredes, luces de metal y un comedor organizado en torno a grandes meses con bancos, al estilo de los merenderos y de los reportajes que se ven por la tele sobre las cerveceras en el centro de Europa. La inversión ha sido importante, 300.000 euros y el proyecto abría sus puertas en el pasado mes de octubre.

Siete meses después la idea se ha consolidado. El proyecto encuentra su viabilidad y rentabilidad máxima en la venta in situ de cerveza, es decir, en la propia fábrica, modelo de negocio de éxito muy consolidado en Estados Unidos y otras ciudades europeas como Amsterdam, Londres, Berlín o Estocolmo. Anexa a la zona de producción, y separada físicamente según normativa, se encuentra el «Taproom», un término anglosajón que hace referencia al lugar donde se consume la cerveza. En la barra  hay 8 grifos de cervezas de barril, entre los que elabora la cervecera y otros de cervezas invitadas. Del Río señala que sus cervezas «no son complicadas, son fáciles de beber». En el establecimiento se pueden tomar o también comprar para llevar en botellines.

Para que todo no quede en beber la cervecera ha diseñado una carta basada en la comida callejera internacional. De este aspectos se encarga otro de los socios del proyecto, el cocinero José Giménez, un profesional formado en la Escuela del Alabardero y que ha diseñado una carta en la que se pueden econtrar desde bocadillos originales hasta ensaladas o tacos mejicanos. Todos los jueves, además, hay sushi por la noche.

Este aire alternativo se complementa también con un tostadero de café de la mano de Alquimista Coffee Lab.

En el establecimiento se ofrecen a menudo actuaciones. Foto: Cedida por Cervezas Río Azul

En el establecimiento se ofrecen a menudo actuaciones. Foto: Cedida por Cervezas Río Azul

En el espacio suele haber también actuaciones musicales y otras actividades lúdicas. La idea es seguir difundiendo el mundo de la cerveza artesanal en Andalucía y aumentando los puntos de venta y el despacho.

Río Azul está en la calle Lana número 6, en el polígono de Hytasa, en el barrio del Cerro del Aguila. Su teléfono es el 650167356 y abren de miércoles a sábados en horario de almuerzos y cenas. Los domingos sólo abren al mediodía.

 

 

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