El nuevo establecimiento Dalí Cinema de Dos Hermanas rinde homenaje al famoso pintor a través de una llamativa estética tanto de los comedores, coloristas y con vistosos objetos y pinturas, como de los platos, presentados en recipientes tan originales como una réplica de un capirote de nazareno o una muñeca con forma de cochinita que sirve para presentar los tacos mejicanos

 

El sitio es de esos de los que impresiona desde que abres la puerta de entrada. Tras pasar un pequeño patio entras en una nave de 6 metros de alto en cuyo techo, negro, pueden verse multitud de sillas de colores que, como si fueran estrellas, cuelgan del cielo. Para colmo el mobiliario tiene su historia ya que antes, estas mismas sillas, habían prestado servicio durante la Semana Santa, en la zona de La Campana.

Hay cuatro comedores. El principal, desde el que se ve la cocina a través de unos ventanales o la cava de vinos, tras una cristalera, simula como una especie de plaza imaginaria que da entrada a un cine. Por las paredes recreaciones  de algunos de los cuadros famosos del pintor catalán, uno de los más imaginativos del siglo XX, o reproducciones de objetos salidos de su fantasía como unos teléfonos antiguos que como mango tienen la figura de un bogavante, todo sobre fondo de colores muy vivos. A la entrada un segundo salón decorado con flores gigantescas que se adueñan de las paredes. Un tercer espacio tiene los techos llenos de paraguas, pero sin tela y piernas y manos de maniquies que salen de las paredes pintados en color oro. Al fondo, como dentro del cine, un cuarto salón con un suelo adamascado y recreaciones de algunas de las obras más conocidas del genio de Cadaqués: La tentación de San Antonio, la persistencia de la memoria o los tigres voladores.

Los hermanos Gil señalan que «todavía nos falta por terminar el exterior del restaurante. Ahora mismo la zona está en obras y vamos a esperar a que terminen para decorar esta zona».

La zona de entrada al establecimiento está ahora en obras por lo que cambiarán su aspecto. Foto: Cosasdecome

Pero la imaginación desbordante del restaurante no se queda solo en el recinto y se traslada también a la vajilla donde presentan los platos. No se asusten, no hay comidas raras, aquí hay jamón del bueno, gambitas llegadas desde Huelva, una apetecible ensaladilla de pulpo y gambas, croquetas o unas carnes vuelta y vuelta…pero a la hora de la presentación el sitio vuelve a sorprender.

El jamón por ejemplo, se presenta, ya loncheado, sobre un pata de jamón pintada de color dorado. Las croquetas se sirven en unas hueveras, las gambas en una versión en miniatura de los recipientes que se utilizan en los barcos para estibarlas y un risotto aparece debajo de una gigantesca y colorista seta que se destapa cuando llega a la mesa.

Atención a los tacos mejicanos que reposan sobre las caderas de una muñeca de traje rojo y cara de simpática cochinita que llega a la mesa sensualmente tendida. Una barca roja, bautizada con el nombre de Dalí Cinema, se pasea humeante por el centro del comedor como soporte a un tataki de atún…pero aún queda el postre.

Un grupo de treinteañeros que está en una mesa rie cuando ve llegar una tabla sobre la que hay el capirote de un nazareno. El camarero, cuando lo sirve, retira el capirote y dentro aparece la torrija de la casa acompañada con chocolate blanco.

la torrija que ponen de postre lleva esta espectacular presentación. Foto: Cosasdecome

Los hermanos Gil Serrano llevan bien clavado el «gen» de la hostelería. Su abuela, Sacramento Gallego Aguilera, fue la que puso en marcha el conocido establecimiento «El Emigrante» de Dos Hermanas. De hecho, Andrés, el menor de los tres hermanos, con 32 años, estuvo trabajando en el establecimiento durante 15 años. «Ha sido para mí un orgullo estar allí. He aprendido mucho en esa casa».

En el año 2020, Andrés, en unión de sus hermanos Javier (38) y José Antonio (40) pusieron en marcha la tienda de comida para llevar «Pepe`s», en la plaza Federico García Lorca. «Fue en febrero. Abrimos y a los pocos días tuvimos que cerrar porque se declaró el estado de alarma, pero luego volvimos a abrir y estamos muy contentos con el funcionamiento del sitio».

Andrés y Javier Gil Serrano con la original vajilla en la que sirven los platos. Foto: Cosasdecome

Luego le echaron el ojo al local donde está el restaurante Cinema Dalí, el nombre oficial del establecimiento. Antes había un mesón, el Sierra de Aracena, pero su propietario se jubiló. 320 metros cuadrados…todo un reto. «Andrés señala que nos gustaban muchas cosas del local pero también eramos conscientes de las dificultades. No está en un sitio frecuentado y, además no tiene terraza. Nuestra única alternativa era hacer algo muy atrayente…y surgió Dali».

Se fueron hasta Figueres (Cataluña) para ver el Museo Dalí y comenzaron a leer cosas y a ver videos sobre el artista. Así fueron construyendo su proyecto. Para ello ha sido fundamental la experiencia de Javier que ha trabajado durante 6 años en la construcción. Lo más sorprendente de todo es que han sido ellos mismos los que se han encargado de transformar el antiguo mesón en su sorprendente restaurante.

A uno de los salones se entra por una puerta que recrea la entrada a un imaginerio cine. Foto: Cosasdecome

El trabajo les ha llevado 6 meses y muchas dosis de imaginación. Llaman la atención, por ejemplo, las mesas, realizadas con una resina que permite que las tablas donde se colocan los platos tengan pequeños puntos brillantes. Las sillas, también con un vistoso estampado en varios colores, las han terminado ellos: «Hemos utilizado 35.000 grapas», comentan riendo.

La idea era recrear la etapa más cinematográfica de Dalí, cuando colaboró con Walt Disney. De ahí el nombre del restaurante «Dalí Cinema» y el gran letrero que hay presidiendo el comedor principal. Andrés destaca que «hemos usado sillas para decorar porque antiguamente era costumbre que la gente se llevara las sillas de su casa cuando iba a ver una película». Han tratado de cuidar todos los detalles: «No solo hemos querido que esto destaque por la decoración. Se ha ciudado también el equipamiento de las cocinas y la materia prima que trabajamos es de primer nivel. Traemos pescados y mariscos de Huelva, que nos sirven desde la Pescadería Rubén, que nos apoyó desde el principio,  y las carnes nos las sirven desde Cárnicas Desiderio de Morón, una firma de prestigio».

El propio Andrés es el que se encarga de diseñar la oferta gastronómica del establecimiento: «Hemos hecho una oferta válida para toda la familia. Hay platos tradicionales y luego, en los fuera de carta, metemos platos más innovadores. Los precios los tenemos también bastante asequibles porque queremos que esto sea un sitio al que venga todo el mundo, a disfrutar del espectáculo de la decoración, pero también de una buena comida que les haga volver».

La ensaladilla de la casa está bastante lograda. Foto: Cosasdecome

La cosa empieza con jamón y chacinas ibéricas. Las traen de la marca Tartessos de Huelva. Ofrecen también un par de ensaladas con algún toque innovador y luego gambas de Huelva, langostinos de Sanlúcar de Barrameda, coquinas y almejas. El atún lo sirven en tataki, con una llamativa presentación y en tartar.

Ronqueo virtual de un atún rojo

En esa intención de gustar a todos tienen también chocos fritos o pescado en adobo y ofrecen varios tipos de croquetas que van presentadas en una especie de hueveras. No faltan clásicos como las gambas al ajillo, las tortillitas de camarones o los huevos fritos con jamón que se coronan con un poco de queso italiano, Pecorino trufado. La ensaladilla de la casa, muy buena, la hacen con trozos de pulpo y gambas. El toque personal, explica Andrés, es que las patatas en vez de cocerse, se hacen al horno «y tienen menos agua, hace que tengan una textura más agradable» señala.

Ya en la línea de la cocina fusión, ahora tan habitual en todos los restaurantes, tienen unas gyozas, empanadillas al estilo japonés, que rellenan ellos mismos con marisco, unas papas bravas reforzadas con un pimiento picante mejicano, un queso Provolone que sirven con una especie de boloñesa de ternera y tomates secos o unos tacos de cochinita. También ofrecen pasta japonesa pero preparada a la Carbonara o un risotto de langostinos y setas frescas.

El apartado de carnes a la brasa cuenta con presa de bellota, entrecot de ternera, picaña de buey y varios cortes más de vacuno como el T-Bone, el Tomahawk o el chuletón. En el local cuentan con una cámara especial para la maduración de las carnes que elaboran a la brasa. Pinchar aquí para ver la carta completa y sus precios.

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Además suelen tener sugerencias con pescados o mariscos de temporada y platos con un toque innovador y un apartado especial  para niños.

En cuanto a los vinos la oferta es bastante amplia. De coordinar este aspecto se ocupa el jefe de sala Alberto Moreno (ver aquí la carta de vinos) y en los postres la presentación es especialmente espectacular, con la torrija presentada debajo del capirote de nazareno o una cafetera donde va el tiramisu. Andrés Gil señala que «queremos ir evolucionando, metiendo más presentaciones llamativas o platos más creativos, pero todo dependerá también de la demanda de el público. De lo que quieran nuestros clientes. Por ahora, estamos muy contentos con su acogida…y eso nos da mucho ánimo».

Horarios, localización, teléfono y más datos del restaurante Dali Cinema, aquí.

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