Establecimiento perteneciente a la familia Garzón de Gerena que abrió sus puertas por primera vez en los años 70. En la actualidad lo regenta la segunda generación encarnada en Estela Garzón Núñez, que lo puso en marcha de nuevo en noviembre de 2019. Se trata de un bar de tapas tradicional donde el pescado frito, las croquetas de más de una docena de variedades y la cerveza fría son las estrellas de la casa. El sitio ha cerrado.