José León y Javier Cuellar aprovecharon una antigua bodega del siglo XVII para albergar este restaurante con encanto. Antes, Javier, ya habia regentado un restaurante con el mismo nombre en Gines. El local se inauguró en el año 2006.

Local amplio. Se accede a través de un gran patio que da acceso hasta a tres salones, el mayor, de 120 plazas, en un casco de bodega a dos aguas de gran belleza. En total tienen capacidad para 176 personas. El sitio está decorada con motivos relativos a los caballos, a los que Javier es un gran aficionado. De ahí el nombre del establecimiento. También motivos taurinos, antigüedades o cuadros relativos al Rocío y la mundo de las cofradías, un tema al que le tiene especial aprecio José, que ha compuesto canciones, libros y también ha pronunciado numerosos pregones (más info aquí). De hecho algunas piezas suyas están por las paredes en unos cuidados azulejos. En este ambiente la cocina tradicional reina y hay guisos caseros como el bacalao con tomate, el rabo de toro, la carrillada guisada o con arroz, migas con chorizo, huevo frito y pimientos o pisto de verduras. El plato más singular es la «bandeja de la casa» un generoso plato con huevos fritos, pluma ibérica a la plancha, pimientos fritos y una fritá de papas. Muchos de los platos, que son generosos de tamaño, se pueden pedir por medias raciones. Precio moderado. Admiten reservas.

El saón principal de la bodega El Potro. Foto: Cedida por el establecimiento.