En los años 50, la familia Navarro vendió sus tierras en Mairena del Alcor y se mudó a Los Palacios. Al llegar, montaron una panadería en la céntrica calle El Duro. Allí acudía los fines de semana el maestro confitero Carlos García Baena, procedente de Sevilla, que les enseñó a elaborar magdalenas, tortitas de polvorón, cortadillos de cidra y medias lunas. Posteriormente, inventaron la famosa cuña que goza de gran fama en la provincia. En la actualidad, el negocio lo mantiene la segunda generación de la misma familia. Mantienen sus cuñas y entre sus especialidades se encuentran las palmeras, los minipastelitos de repostería, las tartas de turrón, de San Marcos, de 5 chocolates y las elaboraciones de temporada, como las torrijas, pestiños y Roscos de Reyes