Emplazada en el corazón de Alcalá de Guadaíra, la confitería San Joaquín fue fundada en el año 1946 por Joaquín Bono Calderón. Abrió sus puertas como tienda, obrador y también panadería. Se alternaba el horno moruno de la panadería de madrugada con el obrador de confitería durante el día.
Con la segunda generación, con Joaquín Bono Hartillo al frente se alcanzó una época de esplendor, recibiendo el establecimiento varios reconocimientos además de algunas reformas en las instalaciones como la ampliación del Salón de Té en 1997. En el año 2002, Joaquín Bono Hartillo se jubila pasa el testigo a su hijo Joaquín Bono Leña. Paralelamente confitería San Joaquín ha ido creciendo, abriendo una sucursal en la plaza del Barrero en el año 2009. En 2020 dan vida al freidor y churrería El Casino, también en el centro de Alcalá (más info aquí)
Confitería San Joaquín elabora una amplia variedad de pasteles, siendo sus especialidades las bizcotelas rellenas, el tocino de cielo, las tortas de Alcalá y sus originales mantecados de viena, armonía de almendra y avellanas tostadas en nuestro horno y mezcladas con la harina y la manteca y cubiertos con azúcar lustre.