La bisabuela de Charo Reyes ya servía buñuelos en Carmona. El kiosko ha pasado por varias ubaciones desde entonces y ahora se encuentra junto al café bar La Bodeguita. Lo de La Bella le viene también de la bisabuela a la que apodaban así. (aquí la historia del establecimiento).

El puesto tiene su encanto. Despachan unos pequeños churros de forma circular. A Charo le gusta que se le llamen jeringos, como se les dice en Carmona «porque se hacen con una jeringa» afirma. Los venden por unidades y con un par de ellos se va uno muy bien desayunado. Los preparan para llevar o tamibén se pueden tomar en el bar que hay junto al kiosko. El sitio tiene su encanto, además por la personalidad de Charo, una mujer muy aficionada a la lectura y que tiene en su casa una colección de más de mil volúmenes.

La churrería La Bella. Foto: Cosasdecome

Charo Reyes, La Bella, con sus originales jeringos. Foto: Cosasdecome