Confitería y cafetería muy famosa en Sevilla. Está en el centro y se fundó en 1885. El establecimiento fue fundado por Antonio Hernández Merino, natural de Rota (Cádiz) y que puso en marcha el negocio tras regresar de Filipinas a donde había emigrado. Con lo ahorrado puso en marcha la pastelería que sigue regentada por la misma familia, en concreto sus biznietos Borja Hernández Medina y Jose Antonio Hernández Muñoz.

El sitio tiene mucho encanto y mantiene su fachada e interior de estilo modernista ya que las remodelaciones a que ha sido sometido han respetado todos los detalles. Cuenta con una zona de despacho de dulces y a lado, una barra, donde ofrecen desayunos y meriendas con los dulces que tienen. En el exterior también algunas mesas. Sus escaparates son también de lo más atractivos y cambian cada temporada. Su producto más famoso son las torrijas que elaboran sólo en Cuaresma (aquí su historia) aunque también destacan dulces, bollería y especialidades como los cortadillos o las yemas. También tienen servicio de catering.

Además de con su mítico establecimiento original, cuentan con una cafetería en el centro comercial Lagoh y otra en la avenida de la Constitución.