Ubicado sobre las ruinas del antiguo Castillo de San Jorge, el Mercado de Triana data oficialmente de 1823, aunque vendedores ambulantes y agricultores pudieron comercializar desde antes en este enclave por lo estratégico de su emplazamiento, ideal como punto de encuentro entre los barcos que llegaban por el Guadalquivir, los cultivos del Aljarafe y el acceso desde la antigua Ruta de la Plata.

Mercado de Triana

De planta rectangular, el mercado tiene tres accesos principales: junto al puente de Triana, la que se ubica en el frente opuesto al encuentro de las calles Callao y Castilla y, por último, el acceso desde la Calle San Jorge. El interior de la plaza forma una retícula ortogonal con 5 calles atravesadas por una central y otra al final, junto al alto muro del viejo castillo. Debido a la tradición alfarera trianera, todos los comercios tienen su nombre y número pintado a mano sobre paneles cerámicos.

De 1992 a 2001, el mercado de Triana sufrió un proceso de remodelación y modernización que obligó su traslado a la calle Pagés del Corro, hasta su reinauguración en 2001.

El mercado cuenta con un total de 80 puestos con una variada oferta en frutas, verduras, carnes, chacinas, encurtidos, especias, pescados y mariscos. Además cuenta con varios puestos gourmet y bares tanto para desayunar como para tapear o incluso comer.

Además posee más de una decena de puestos dedicados a la restauración que abarcan desde los desayunos, hasta el tapeo o restaurantes.