En poco más de una semana dará comienzo la Navidad, pero estos días es frecuente ver a la gente haciendo acopio de turrones. En las heladerías Los Valencianos 1946, Jijona y Verdú los preparan artesanalmente con el mismo cariño con el que elaboran sus famosos helados.

 

Estamos en pleno mes de diciembre y con las temperaturas bajando, pero para las buenas heladerías es temporada alta. Y no, no hablamos de helados, hablamos de algo más propio para la época: el turrón. Y como no todos los turrones son iguales, hemos hecho una selección de establecimientos que apuestan por la artesanía y la calidad: Los Valencianos 1946, en la zona centro; Jijona, en Los Remedios; y Verdú, en Triana. El triángulo de las Bermudas en versión dulce.

Turrones y dulces navideños de Los Valencianos 1946. Foto: Cosas de Comé

Turrones y dulces navideños de Los Valencianos 1946. Foto: Cosas de Comé

La historia de la familia Colomina está ligada al helado desde hace cuatro generaciones, algo que se entiende cuando Francisco Colomina, propietario de Los Valencianos 1946, cuenta que elaboran cada año unos 35.000 litros, usando solo materia prima de máxima calidad y empleando el tiempo que requiere cada receta. Para los turrones hacen exactamente lo mismo: buen producto, manos expertas y mucha sabiduría. Los elaboran en su fábrica de Jijona, en Alicante, para que puedan presumir del sello de la Indicación Geográfica Protegida,  y los traen todas las semanas tanto a la heladería de la calle Adriano, abierta en 2013, como a la que tienen en Morón de la Frontera. Entre sus variedades, turrón de yema tostada, turrón a la piedra, guirlache, turrón blando, duro, de chocolate negro, de chocolate blanco y de chocolate con leche. Todos, preparados en forma de torta y con un precio de 8 euros.

Vitrina de Los Valencianos 1946. Foto: Cosas de Comé

Vitrina de Los Valencianos 1946. Foto: Cosas de Comé

Además de turrones, en Los Valencianos 1946 presumen de una especialidad muy demandada por sus seguidores: sus bombones rellenos de turrón, que se venden en bolsitas por 5 euros. Pequeños bocados de placer para los chocolateros, con un interior de puro turrón de Jijona con Denominación de Origen, que comparten protagonismo en las vitrinas con las clásicas almendras, también rellenas de turrón y que se venden a 14 euros, y con los aún más clásicos polvorones y mazapanes. A destacar: los turrones se venden todo el año, para que nadie tenga nostalgia una vez terminada la Navidad.

Gonzalo Picó y Mª Teresa Gómez, en la heladería Jijona. Foto: Cosas de Comé

Gonzalo Picó y Mª Teresa Gómez, en la heladería Jijona. Foto: Cosas de Comé

Cruzando el puente y enfilando la calle Virgen de Luján llegamos a otro templo del helado y el turrón artesano: Jijona. Allí, Pablo Picó y Teresa Gómez llevan desde 1968 haciendo felices a los vecinos del barrio y a los muchos visitantes que van expresamente a su casa. Medio siglo con vocación de servicio situados en la misma esquina, si bien su origen se remonta al año 1940, cuando la heladería Jijona nace en Lora del Río.

Turrones de la familia Picó, con marca propia. Foto: Cosas de Comé

Turrones de la familia Picó, con marca propia. Foto: Cosas de Comé

Pablo Picó luce orgulloso en su chaquetilla el título de Experto Universitario en Elaboración Artesanal de Helados, otorgado por la Universidad de Alicante, y esa maestría con la que él y su familia elaboran los helados desde hace cuatro generaciones (ya se ha incorporado su hijo Gonzalo al negocio) es la misma que utiliza para sus famosos turrones, fabricados en Jijona -cómo no- y disfrutados en Sevilla.

El famoso y legítimo turrón de Jijona, de la familia Picó. Foto: Cosas de Comé

El famoso y legítimo turrón de Jijona de la familia Picó. Foto: Cosas de Comé

Turrón de Jijona, turrón de Alicante, tortas, turrón de chocolate, de yema tostada, pan de Cádiz, turrón de frutas, guirlache con ajonjolí… El surtido es amplísimo, pero además de turrones con su marca propia (Pablo Picó) elaboran pasteles típicos de la época, como los de yema, los pasteles de gloria, polvorones, bombones, frutas escarchadas, peladillas o piñones. Ah, y pensando en aquellos que buscan un regalo original y diferente cuentan con estuches surtidos especiales. El más vendido es el de Jijona, del que suelen despachar unas 800 tabletas, con una cifra total de unas 2.000 piezas entre todas las variedades. Los precios oscilan entre los 8 y los 9 euros aproximadamente.

Lucas Sirvent, tercera generación de artesanos, en la puerta de su heladería. Foto: Cosas de Comé

Lucas Sirvent, tercera generación de artesanos, en la puerta de su heladería. Foto: Cosas de Comé

Y de Los Remedios al arrabal, en concreto hasta la calle Esperanza de Triana, donde los hermanos Sirvent, Eloy y Lucas, están al frente de la heladería Verdú, una institución en el barrio que abrieron sus padres, José Sirvent Miquel, que llegó a ser presidente del Comité Regulador de la marca colectiva “Heladero de Jijona”, y Mª Carmen Iváñez (con V de Valencia) en 1972. Eloy y Lucas son la tercera generación, porque mucho antes el abuelo de ambos ya ejercía de maestro heladero en la localidad sevillana de Écija y en la gaditana de Bornos.

Muestra del surtido navideño de la familia Sirvent. Foto: Cosas de Comé

Muestra del surtido navideño de la familia Sirvent. Foto: Cosas de Comé

Alrededor del año 2003, y viendo el éxito que tenían sus helados, los Sirvent decidieron empezar a elaborar turrones. Para ello se fueron hasta Jijona, como el resto de grandes artesanos, y hoy, quince años después, tienen en sus vitrinas delicias como el turrón de piedra, almendras rellenas de turrón, peladillas de chocolate, terronicos, pastelitos de gloria o mazapanes. Y el precio de los turrones, en la misma línea: en torno a los 8 o 9 euros, siendo el más vendido… ¿lo adivinan? El de Jijona. El rey de los turrones artesanos.

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