En el primer piso del edificio de Taberna del Alabardero, la propietaria del considerado mejor restaurante marroquí del mundo ha abierto un restaurante dedicado a la cocina andalusí renovada con productos locales y de temporada que se presenta en forma de menús degustación.

 

Uno de los rincones del restaurante Ziryab. Foto: Restaurante Ziryab by Najat Kaanache

La chef vasca de raíces marroquíes, Najat Kaanache, se ha aliado con el grupo Lezama en un nuevo restaurante de nueva cocina andalusí que ya está en marcha en el comedor del primer piso de Taberna del Alabardero en la capital sevillana.  Su nombre es Ziryab, en alusión a un importante miembro de la corte del emir Abderramán II que se dedicaba a las artes y la gastronomía. La cocinera y empresaria amplía de esta forma el número de establecimientos que regenta en el mundo, destacando Nur en Fez, señalado como el mejor restaurante marroquí del mundo y el mejor de África, y otro proyecto reciente en Rabat.

La cocina de Ziryab se basa en la tradición andalusí con una visión renovada que se prueba en forma de menú degustación. El restaurante de la conocida como «cocinera peregrina» ofrece dos tipos diferentes de menú, el de degustación largo por un precio de 150 euros y el menú bistro por 85 euros. Los platos varían cada día, destacando los productos locales y de temporada en conjunción con las raíces de la cocina andalusí, que siguen estando muy presentes en la cocina andaluza actual. Algunos de los platos que muestran las intenciones de Najat Kaanache en la capital hispalense son el solomillo con puré de patata dulce y hongos, el pichón al mole con cítrico confitado y quinoa con frambuesa o el rollo de langosta con iman bayaldi. Como ejemplo de los postres, el baklava con helado de algarroba que se presenta con toques de pistacho, almendra y frambuesa liofilizada.

Kaanache se ha mostrado entusiasmada con la preparación del nuevo espacio en sus redes sociales estos meses atrás. Desde la elección de la decoración, menaje hasta la prueba de los platos. Esto se traduce en que la sala está llena de detalles. Entre ellos, una palangana de cerámica que el personal acerca a los comensales para que se laven las manos antes de comer, una costumbre de la cultura gastronómica árabe.

Consulta toda la información sobre Ziryab, en este enlace.

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