Seis emprendedores sevillanos lanzan al mercado Salsas Quietud, compuestas por seis variantes en las que los vinos jerezanos se convierten en protagonistas.

 

¿Quién dijo que una salsa picante no puede ser sabrosa? ¿Por qué existe la creencia de que es incompatible el pique con los sabores auténticos asociados a nuestra cultura gastronómica? Para desechar estos falsos mitos, un grupo de emprendedores sevillanos, a la par que amigos, ha optado por crear su propia salsa picante con un toque muy peculiar. Sus nombres: Álvaro Martín Rubio, José María Martín Rubio, Ricardo Martín, Pedro Carrillo, Ricardo Arjona y Julio Estalella. Y el de su casi recién nacida criatura, Salsas Quietud. «Nuestra originalidad estriba en que elaboramos todos nuestros productos con vinos olorosos o vinagres de Jerez, lo que los hace muy personales», declara Estalella quien arengó a sus compañeros a participar en esta aventura emprendedora «después de hacer en casa la salsa de tabasco con ingredientes jerezanos y que fuera un éxito»

Las salsas líquidas de Quietud: Limonera, Sosegada y Habanera. Foto cedida por la empresa

Las salsas líquidas de Quietud: Limonera, Sosegada y Habanera. Foto cedida por la empresa

Tras varios meses de pruebas, Salsas Quietud acaba de lanzar al mercado un total de seis variantes de salsas creadas, además de con los ya mencionados olorosos y vinagres de Jerez, con productos en su mayoría de cercanía «y con alma y calma, con una cuidada y lenta fermentación que permite extraer y condensar todos los matices». La primera de las salsas recibe el nombre de Sosegada, según revela Julio Estalella, es la que registra mayor demanda y la más versátil a la hora de su aplicación. Está compuesta por «pimientos chiles ojo de pájaro con cáscara de naranja amarga» Por su parte, la ‘Serena’ es una pasta resultante de la creación de la salsa Sosegada pero con mayor nivel de picante, mientras que la ‘Melosa’ también parte de los mismos ingredientes esenciales pero combinados con miel, «lo que le da una textura cremosa y un sabor con notas dulces. Es ideal para combinar con quesos», apostilla Estalella.

Tres de las salsas de Quietud tienen un formato más compacto. Foto cedida por la empresa

Tres de las salsas de Quietud tienen un formato más compacto. Foto cedida por la empresa

Los amantes del picante tienen en la salsa Habanera de Quietud su mejor aliada, al contar con pimiento habanero fermentado, además de oloroso y vinagre de Jerez y naranja amarga sevillana. «Pica pero no esconde la comida, la enciende», aclaran los creadores de las salsas, que también han dado vida a una con pimiento de asar y limón andaluz a la que han bautizado como ‘Limonera’. Por último, la salsa más innovadora de Quietud se denomina ‘Carbonera’ y se compone de jalapeño, tomate, vinagre y amontillado de Jerez ( en lugar de oloroso) cacao y tomillo fresco. «Tenemos un amplio abanico de opciones en un momento en el que el mercado del picante crece con fuerza y el público joven cada vez está más acostumbrado a su sabor», explica el copropietario de Salsas Quietud.

Aún así, Estalella y sus socios consideran sus salsas como productos gourmet que desean destinar a un cliente selectivo, que los adquiera en pequeños puntos de venta o vía online a través de su página web donde ya están disponibles. Asimismo, han comenzado a introducirse en algunos restaurantes de Sevilla, como es el caso de Becerrita, o la Antigua Abacería de San Lorenzo.

 

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