El restaurante de Dos Hermanas se ha hecho con una cámara frigorífica que le permite servir sus vinos a una temperatura de hasta ocho grados bajo cero sin que se encuentren en estado de congelación.
Desde hace unas tres semanas se ha convertido en una pregunta constante del servicio del restaurante nazareno Los Baltazares hacia sus clientes:»¿Desean el vino a menos siete grados?»Una posibilidad que el establecimiento de Dos Hermanas oferta gracias a la reciente adquisición de una cámara frigorífica que somete a los vinos blancos a temperaturas bajo cero sin que ello implique llevarlos a estado de congelación. «En Los Baltazares los vinos se beben literalmente helados, tenemos los champagnes y manzanillas más fríos del mercado», comenta Javier Fernández, uno de los propietarios del restaurante.
En Los Baltazares las bebidas ‘heladas’ se sirven entorno a los menos siete grados. Foto cedida por el establecimiento.
En este sentido, Fernández explica que la compra de esta cámara obedece a una demanda real de su clientela «que siempre demandaba las bebidas bien frescas». La máquina en cuestión es un refrigerador bautizado como Wondercool que irrumpió hace unos años en la hostelería y cuyo funcionamiento se basa en una conjunción de sensores que controlan la temperatura interna de la citada cámara impidiendo la formación de cristales de hielo en la bebida y, por tanto, su congelación. «Es una aparato muy eficiente, incluso en temporada de calor mantiene todas sus prestaciones y capaz de ponerse en cero grados en tan sólo dos horas. Llega hasta menos ocho grados», añade el co-propietario de Los Baltazares. Asimismo, Javier Fernández destaca la certificación energética A++ que posee esta Wondercool «que conlleva menos emisiones y consumo, lo que también es una valor añadido»
Aún así, pese a la fascinación que entre los clientes de Los Baltazares ejerce esta novedosa posibilidad de consumir bebidas heladas, el equipo del establecimiento nazareno también oferta sus vinos blancos a cuatro grados para aquellos que prefieren optar por una apuesta más tradicional. Junto a su carta de vinos, el restaurante también ha comenzado a servir en modo ‘menos siete grados’ cerveza Gran Reserva de Cruzcampo.
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