El establecimiento reinventa una de sus elaboraciones más populares a la vez que introduce platos de otoño en su carta y prepara la celebración del 1 de noviembre con migas, picatostes y chocolate.
Con la llegada del otoño la Antigua Abacería de San Lorenzo reinventa una de sus elaboraciones clásicas: los huevos de Ramón. Un plato conformado por patata cocida templada en rodajas, cebolleta fresca picada, dos huevos fritos, pimentón agridulce y aceite de oliva del que el establecimiento de Ramón López de Tejada acaba de lanzar una versión dulce. En ella se esconden tiras fritas de bizcocho casero, chocolate blanco a modo de clara de huevo y confitura de mango casera que hace las veces de yema. Por su parte, virutas de chocolate verde agua simulan la cebolleta, y, según explica López de Tejada, «lo rematamos con frambuesa liofilizada muy picadita y sirope de arce, imitando, respectivamente, el pimentón de la Vera y el aceite virgen extra».
Por otra parte, la Antigua Abacería ya se prepara para introducir su clásicos otoñales en carta a partir de este fin de semana. Platos como el cocido de calabaza y habichuelas, berza con tagarninas, alboronía o espárragos cobrarán protagonismo, al igual que los postres elaborados con membrillo, batata, manzana, castañas y granadas, o las «poleás», leche frita o Huesos de Santo.
Los huesos de santo llegan a la Antigua Abacería de San Lorenzo. Foto cedida por el establecimiento
Para seguir cumpliendo con sus tradiciones, el establecimiento de la calle Teodosio celebrará la festividad del 1 de noviembre con una invitación a picatostes con chocolate a las diez de la mañana para sus clientes. Ésta irá seguida, sobre la una, de la apertura oficial del mosto, acompañado de migas con pimientos y huevo frito. El vino joven procederá este año como novedad, tal y como revela Ramón López de Tejada, «de la comarca del Aljarafe sevillano, de Salteras, que es donde lo elabora recientemente la familia Artillo en sus viñedos propios».
El día 1 de noviembre se festeja en el establecimiento con migas caseras. Foto cedida
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