Capitaneado por Nacho Zamudio, también propietario de la mítica Bodega San José, el espacio combina el homenaje estético a la Semana Santa sevillana con una propuesta gastronómica tradicional basada en guisos, chacinas, montaditos, cerveza fría y vinos de Jerez.

Una imagen de la Virgen de Santa Marta, patrona de los hosteleros, preside la terraza exterior junto con el cartel de Semana Santa 2022 de la Hermandad del Cachorro de Sevilla. El interior es una oda constante a la Semana de Pasión sevillana: costales, bustos, esculturas, incensarios, instrumentos, palermos a modo de patas de mesas, paredes forradas con telas de terciopelo y damasco… Incluso las mesas emulan a unas pequeñas parihuelas en tonos verdes y rojizos. Matacandela, la nueva taberna cofrade del centro de Sevilla, abría sus puertas el pasado 25 de marzo. Se trata de un proyecto del hostelero sevillano Nacho Zamudio, también gerente de la mítica Bodega San José en el Arenal, que se ubica en el número 16 de la calle Gamazo. Con él, Zamudio, cofrade confeso y costalero de la virgen del Socorro de la Hermandad de Jesús y Soberano Poder de Alcalá de Guadaíra, cumple «un sueño profesional que llevo ansiando desde hace mucho tiempo»

 

A nivel gastronómico, Matacandela defiende una cocina tradicional sevillana basada en guisos caseros entre los que no faltan la cola de toro, las espinacas con garbanzos, la carne con tomate y el solomillo al whisky, entre otros. Durante toda la Semana Santa se elaborará a diario bacalao frito y con tomate. También se encuentran en carta chacinas y quesos de Huelva y Cádiz, pescaíto frito, y un amplio surtido de montaditos que responden a nombres de temática cofrade y que se elaboran con pan artesanal de Alcalá de Guadaíra. Torrijas y pestiños ponen el toque dulce a esta oferta gastronómica que se completa con distintos vinos de Jerez y cerveza, en palabras de Zamudio, «bien tirada y muy fría».

 

En cuanto a la distribución de espacios, una terraza exterior techada con mesas altas da la bienvenida al cliente. La zona principal de Matacandela está presidida por una larga y amplia barra y numerosas contrabarras que le otorgan un toque informal y desenfadado. Al fondo cuentan además con un salón con mesas que Zamudio pretende que se utilicen, además de para el consumo de los comensales, en presentaciones y tertulias de ámbito cofrade.

 

Por último, dos pantallas con emisiones de vídeos de Semana Santa sirven para ambientar, aún más si cabe, el establecimiento. Incienso que se modifica cada día de la semana hace lo propio a nivel olfativo.

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