Pepe Moreno y Berta Perales, empresarios del sector turístico, capitanean este enclave con encanto en una apuesta por la cocina casera y tradicional sin pretensiones, con toques serranos y algún que otro marroquí. El establecimiento se encontraba cerrado desde diciembre de 2020.

 

Convertir la crisis en oportunidad. Y abandonar la ciudad para zambullirse en el pueblo como modo de vida. Dos patrones existenciales que se repiten con frecuencia y que en el caso de los sevillanos Pepe Moreno y Berta Perales casan a la perfección. La pandemia del coronavirus obligó a estos empresarios a cerrar su agencia de viajes a Marruecos en Sevilla. Así que, ni cortos ni perezosos, decidieron reinventarse en la sierra, en El Pedroso, donde contaban con una segunda residencia. ¿Y por qué no hacerlo gestionando un coqueto hotel rural y su restaurante? Dicho y hecho. Tras casi un año cerrado, desde diciembre de 2020, el Hotel Restaurante Entreolivos vuelve a la vida capitaneado por Moreno y Perales. “Nos encontramos en un lugar que enamora, en una casa señorial preciosa con su zaguán, patios, jardines, jazmines, buganvillas y geranios”, describe Berta Perales.

Entreolivos se encuentra en la entrada del Pedroso, junto a la estación de tren. Foto cedida por el establecimiento

Entreolivos se encuentra en la entrada del Pedroso, junto a la estación de tren. Foto cedida por el establecimiento

En ella, Berta, acompañada de su hermana, Rocío Perales, defienden una cocina casera tradicional sin pretensiones, honesta, con algunos guiños a la Sierra y también a Marruecos. “Platos de los de siempre, de la tierra, hechos con productos serranos y andaluces”, explican. Ambas han heredado su buen hacer en la cocina de su madre, quien dedicó toda su vida a la hostelería. La carta cuenta con clásicos de la zona como la caldereta de venao o carrilleras, o las elaboraciones con setas tales como las empanadas con alioli o unas croquetas que las combinan con trufa. También ofertan carnes y chacinas de la Sierra Norte de Sevilla y Extremadura, y un amplio apartado de postres caseros, elaborados por Rocío.

La oferta gastronómica se completa con una sección de tapas, y algunos fueras de carta y platos que van introduciendo como novedades de la semana. “La carta aún es corta. Pero va creciendo con distintas propuestas según su aceptación: musaka de berenjenas, pimientos del piquillo rellenos de bacalao, tajín de ternera con ciruelas…”, desvela la Berta Perales

Platos y tapas pueden consumirse tanto en un salón interior como en el porche en forma de L con el que cuenta el hotel, con vistas al jardín. “También tenemos espacio para eventos en nuestros jardines y patios”. En un principio, el restaurante Entreolivos tan solo se encuentra abierto los fines de semana en horario de cena los viernes y de almuerzo y cena los sábados y domingos.

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