La pastelería, con más de 60 años de antigüedad, cuenta ya con 4 cafeterías y se ha convertido en una referencia de la confitería clásica de la ciudad

 

En la confitería San Rafael te siguen envolviendo los pasteles en esos maravillosos papeles de colores característicos de las pastelerías. El expositor de dulces de la calle Antonia Díaz, donde tienen su cafetería más antigua y su obrador, es de esos que se te mete por los ojos: amplio, con los cristales brillantes y bien surtido de especialidades. La vista se me va para una cuña de chocolate, generosa de tamaño y enfoscada en sus laterales con una atractiva crema pastelera. En el espacio están todos los clásicos: Tocino de cielo, palos de nata, piononos, dulce de hojaldre, canastillas o borrachos. En temporada también elaboran sus propios helados y el café está muy cuidado. Ofrecen desayunos y meriendas.

La cuña de la confitería San Rafael. Foto: Cedida por el establecimiento.

María José Manzano, que junto a su hermana Remedios y sus respectivos maridos, regentan actualmente la empresa familiar. Me dice que «no te puedes perder nuestro Roscón de Reyes. Lo hacemos con nata de la de verdad y estamos cuatro o cinco días solo dedicados a elaborarlos».

María José y Remedios decidieron en 1985, cuando empezaron a encargarse del negocio que habían fundado sus padres, modernizar la empresa. Introdujeron helados y han abierto hasta tres puntos de más de venta de los productos, todos con cafetería (Calle Tajo, Centro Comercial Divercentro y centro comercial Cineapolis en Montequinto).

La cafetería de de la calle Antonia Díaz sigue conservando el encanto de las antiguas pastelerías, con suelos de mármol, estanterías de madera barnizada y mesas para desayunar o merendar tomándote tu tiempo. De todos modos, María José señala que «siempre hacemos un esfuerzo por adaptarnos a los tiempos. Hemos ido introduciendo novedades para satisfacer las demandas de los clientes». Ahora por ejemplo, cuentan también con un amplio catálogo de tartas muy vistosas que se hacen por encargo. Se puede solicitar incluso el catálogo por WhatsApp al teléfono 636528934.

Las hermanas Manzano deben de tener el gen de adaptarse a los tiempos y que ya tuvieron sus padres cuando tomaron la decisión de abandonar su ciudad para buscarse la vida. Corrían los últimos años de la década de los 50. La Estepeña, la conocida firma de mantecados de Estepa, decidió dejar su actividad como pastelería artesanal para dedicarse a la elaboración de dulces navideños. El cambio trajo para Joaquín Manzano, maestro pastelero de la firma, el despido.

Joaquín Manzano y Remedios Trigos en una foto tomada en la década de los 50. Foto: Cedida.

Se vio obligado a buscarse la vida y se fijó en Dos Hermanas, una ciudad que entonces estaba creciendo mucho. Rafael Galván, el propietario de La Estepeña, sabedor de las virtudes de Joaquín, no dudó en apoyarlo para que abriera un pequeño obrador de pastelería en esta ciudad y le ayudó económicamente para hacerlo. Por eso, Joaquín Manzano y Remedios Trigos, su esposa, decidieron ponerle a la confitería el nombre de «San Rafael».

El pequeño despacho estaba en la calle Santa Cruz, muy cerca de donde está actualmente la cafetería de Antonia Díaz. Remedios, costurera en Estepa, se reconvirtió en la persona que atendía el despacho y Joaquín se hizo cargo del obrador. Tenían entonces poco más de 30 años.

Los dulces de Joaquín se fueron haciendo famosos en Dos Hermanas y crecieron. Contrataron a más pasteleros y a más personal y así hasta llegar, ya con la gestión de sus hijas, a las cuatro cafeterías actuales.

Francisco José Márquez, el marido de María José, es el actual maestro pastelero de la firma y Vicente Jiménez, el esposo de Remedios, también participa en la empresa que da trabajo en la actualidad a 20 personas.

Los sitios, además de ejercer como despachos de pastelería, funcionan como cafeterías para desayunos y meriendas. Además de los dulces, tienen bollería y diferentes tipos de pan, así como los helados de elaboración propia.

Ahora ya tienen preparados los mantecados y demás dulces especiales para la campaña navideña. Destacan que utilizan producto local para sus creaciones. Así la leche es de la firma Valeme de Dos Hermanas. María José destaca como uno de los dulces con más personalidad de la firma el «pionono fino», un bizcocho relleno con crema pastelera y cubierto con canela.

El pionono fino de San Rafael. Foto: Cosasdecome

Dos dulces que tienes que probar de la confitería San Rafael

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