La principal virtud de este plato es su equilibrio, esa elegancia en combinar los ingredientes que sólo tienen algunos cocineros y en este caso Gonzalo Mancera, el jefe de cocina del establecimiento, demuestra esta virtud. La ración es abundante pero, sin embargo, no se hace pesado y hasta te quedas con ganas de más. El plato llega fresquito, pero no helado y el ajoblanco tiene el punto justo de ajo y de almendra. Destaca también la abundancia de tropezones: mojama de Barbate, huevas de trucha, pequeños daditos de pan tostado por ellos mismos y uvas tintas partidas por la mitad que refrescan mucho el resultado. Para acompañar regañás de la marca origen y un pan tipo boba del obrador de Juanito de Málaga. Desde el establecimiento destacan que este plato es uno de los grandes clásicos del cocinero y que ya estaba en carta cuando abrieron por primera vez esta taberna de Alcalá, en el año 2015. El plato de ajoblanco sale a 10 euros (precio a julio de 2022).