Manolo Santos, el cocinero del Bar Santos, en el centro de Sevilla, antes de empanar las pechugas de pollo, las cuece un poco en agua con su poquito de sal y un toque, muy poquito de clavo. Después parte en trozos las pechugas, las envuelve en bechamel, las empana y las pasa por la freidora. El resultado es una carne jugosa y una fritura de perfecto color rubio y eso a pesar de que el trozo de carne es generoso. Esta obra maestra del empanado la sirven acompañada de otra gran obra de este bar, sus famosas papas aliñás. También se pone, aunque aparte, un poquito de mayonesa para aquel que quiera ponérsela al pollo. La tapa tan sólo lleva 3 o 4 años en carta y Manolo señala «que solo las hacemos los fines de semana porque llevan mucho trabajo». La tapa sale a 3,50 euros (precio a enero de 2023).