Preguntamos por la receta, por el secreto, pero por mucho que los ingredientes sean de sobra conocidos (harina, cebolla, leche, huevo, pan rallado, nuez moscada, pimienta, aceite de girasol y jamón), dependiendo de cuándo se añadan los ingredientes o a qué temperatura se haga, cambia la textura y cambia el sabor, destacan en el establecimiento. Eso sí, siempre de jamón, excepto el Miércoles de Ceniza y los viernes de vigilia, que se preparan de bacalao. ¿Y cuántas? Como dato a destacar: 65.000 unidades durante la pasada Cuaresma, que tuvo como día récord el Sábado de Pasión, con 3.750 croquetas.
La fama está ganada a pulso. Son croquetas perfectamente fritas, crujientes por fuera y especialmente cremosas por dentro, y se pueden disfrutar en tapas (2´5 euros, 2 unidades), por medias raciones (7 euros y 6 unidades) o raciones (13 euros y 12 unidades). Los precios son a julio de 2018.
El descubrimiento pertenece a la ciencia de:
Croquetología: La ciencia tapatológica que estudia las croquetas en todo su ovoide mundo.