La Farmacia Dulce oferta desde hace casi un año cafés y dulces varios en un establecimiento que  recupera la esencia de las antiguas boticas del centro de Sevilla.

 

Más de un viandante despistado se ha acercado hasta ella para adquirir algún medicamento y se ha dado media vuelta con una sonrisa en los labios. Otros, ni cortos ni perezosos, se adentran constantemente en sus instalaciones con la intención de inmortalizar en una foto algunas de sus estanterías, matraces o el peso farmacéutico. Mientras, el olor a café recién hecho o a pan tostado inunda el establecimiento dando lugar a un contraste de lo más peculiar.

La Farmacia Dulce se ubica en el mismo local que una antigua botica junto a la Alameda. Foto cedida por el establecimiento.

La Farmacia Dulce se ubica en el mismo local que una antigua botica junto a la Alameda. Foto cedida por el establecimiento.

Y es que La Farmacia Dulce no es una cafetería convencional. Su creador y propietario Javier Rodríguez quiso recuperar con ella la esencia de las cafeterías de siempre del centro de Sevilla y a la par rendir homenaje a las boticas antiguas que tanto interés despertaban en él durante su infancia. «Cuando supe que el local donde se encontraba la farmacia de toda la vida de la Alameda estaba disponible no necesité pensármelo dos veces», explica para aclarar el empuje emprendedor que le llevó a abrir este establecimiento en abril de 2019.

El local está ambientado con utensilios reales de una farmacia de Lora del Río. Foto cedida por el establecimiento.

El local está ambientado con utensilios reales de una farmacia de Lora del Río. Foto cedida por el establecimiento.

El éxito de la ambientación del local radica en la cesión de gran parte del mobiliario de una antigua farmacia real existente en Lora del Río por parte de unos conocidos de Rodríguez. «Mis clientes también me han ido regalando objetos varios y así hemos conseguido esta cafetería tan diferente a todo lo demás», agrega el propietario con orgullo que ha recuperado además parte de la dulcería tradicional sevillana ofertando pescaditos de nata y milhojas.

Pescaditos de nata, todo un clásico que se puede saborear en la Farmacia Dulce. Foto cedida por el establecimiento.

Pescaditos de nata, todo un clásico que se puede saborear en la Farmacia Dulce. Foto cedida por el establecimiento.

Rodríguez adquiere tartas y pasteles a los míticos obradores Osuna y San Lorenzo, ubicados históricamente en las inmediaciones de la Alameda, para mantener en su establecimiento cierto halo de tradición gastronómica aunque también ha sucumbido a los gustos de un público más innovador que le demanda tartas de galletas Oreo, ‘muerte por chocolate’, zanahoria o mango con queso. Respecto a la oferta de cafés e infusiones, Rodríguez destaca su café en grano cien por cien arábigo y una carta con más de una decena de tés. «Además de las meriendas, en La Farmacia Dulce son muy populares los desayunos. Nuestro pan tiene distintos porcentajes de masa madre y gusta mucho a los clientes» concluye.

LaLola también ofrece una amplia variedad de panes para los desayunos. Foto: cedida por el establecimiento.

La Farmacia Dulce también ofrece una amplia variedad de panes para los desayunos. Foto: cedida por el establecimiento.

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