Pizza alejada de lo habitual, con masa bastante gorda, esponjosa por dentro y crujiente por fuera. Por encima también se aleja de lo típico. En este caso la que probamos lleva tomate y mozarrella y luego trozos de burrata ahumada, un queso fresco italiano. Además se complementa con tomate seco. No lleva tampobo orégano. Aunque no parece al principio muy grande de tamaño, luego, al ser la masa tan gorda, da para comer perfectamente para dos personas. Sale a 20 euros (precio a marzo de 2018).
El descubrimiento pertenece a la ciencia de:
Pizzismo. Dado el imparable ascenso de esta especilidad gastronómica en las zonas de estudio, el colegio oficial de tapatólogos ha decidido abrir una sección científica especialmente dedicada a ella. No se podía llamar de otra forma que pizzismo…pa que nos vamos a complicá la vida.