El que fuera durante casi cuarenta años el mítico Spala Encarnación, ha sido remodelado en 2020 e reinaugurado como Doña Encarna. Se trata de una casa de comidas que hace un guiño con su nombre a la cocina tradicional de madres y abuelas, además de a la plaza en la que se encuentra ubicada.

En la cocina, tapas y platos con sabores de siempre donde hay tanto guisos, como arroces, así como pescados, chacinas y carnes, especializándose en estas últimas.

El interiorismo y decoración corre a cargo del estudio Factoría de Ideas que ha cambiado la disposición de la barra original dando vida un amplio salón donde el azul claro y el blanco de las paredes contrasta con lienzos que recuerdan a grabados antiguos.  En el interior cuenta con espaciadas mesas altas y bajas, y en el exterior con su clásica y amplia terraza.