Los orígenes del negocio familiar son una taberna que fundaron en 1931 Francisco Gómez Rios, conocido como Curro «El Piro» y su mujer Ana María Yesa Chacón. En los años 50, el establecimiento pasa a manos de su hijo, Diego Gómez Yesa y su esposa Ana Avila que, en 1975 reformaron el local para convertirlo en un restaurante. En 1978 se incorpora también la tercera generación de la familia y en 1981 abren una pastelería para complementar el restaurante. Finalmente se han quedado con el negocio de pastelería, aunque con cafetería donde sirven desayunos y meriendas.

El local, además del despacho de pastelería cuenta un comedor y terraza en la avenida de Jerez, la principal calle de El Cuervo. Elaboran tartas y dulces tradicionales que van variando en función de la temporada. Además de los dulces cuentan también con batidos de helado y tostadas de pan para desayunos y meriendas.

Vista exterior del establecimiento. Foto: Cedida