Juan Guillén, dedicado al sector inmobiliario, puso en marcha el establecimiento en el año 2010 ya que una de sus grandes pasiones es la cocina. Aprovechó el local que ya había acogido otros locales de hostelería como un adjunto al vecino bar Alfonso o las antiguas bodegas Peysa.
De hecho cuando se hizo con el local, que recrea el aspecto de las antiguas tabernas, aprovechó algunos elementos que ya existían como el mostrador o los azulejos a media parede que decoraban en establecimiento. Si puso a la vista los techos de madera del local y también ha decorado las paredes con fotos antiguas. El sitio tiene además personalidad con unas mesas como las de las ferias, de madera, pero pintadas en un llamativo color verde. En lo que se refiere a la comida, la oferta es también muy de taberna con guisos de cuchara, frituras, platos de cocina sevillana y aliños. Tratan de tener platos de carne, pescado y también de verduras para que todo el mundo pueda comer a gusto. A la carta suelen añadir fueras de carta con productos de temporada. Se come a base de tapas, medias y raciones. Tienen también un par de postres de elaboración propia. La relación calidad precio es muy buena y admiten reservas.
Precio : Entre 10 y 20 euros.
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