María del Mar Martínez y su hijo Gustavo Suárez Martínez pusieron en marcha el establecimiento tras siete años de experiencia previa en Umbrete con un establecimiento con el mismo nombre.

El local es amplio, decorado en forma sencilla y en forma de tubo. Cuenta con barra y comedor más una amplia terraza formando esquina. La carta es la misma para todo el espacio con un estilo más bien de gastrobar con unas tapas bastante cuidadas desde el punto de vista estético. Platos tradicionales se conjugan con tapas con un toque innovador. Las raíces leonesas de su propietaria, María del Mar Martínez, salen a la luz en el cocido maragato que sirven en invierno y en el revuelto de morcillas de cebolla de León. Suelen tener un amplio apartado de sugerencias. Postres propios. Admiten reservas.