Mesón fundado en 1998 y regentado por el hostelero Carlos Alberto Fernández Lobo. El sitio tiene estética de mesón con una zona de barra y luego un salón con mesas bajas y decoración con algún toque taurino. Dentro también armarios especiales para los vinos, un producto que cuidan mucho en la casa, y para carnes y pescados frescos que traen a diario. Fuera terraza.

En lo gastronómico cocina clásica, sobre todo a base de platos para compartir. La oferta es variada y con muchos fuera de carta y hay desde aliños, con unas papas aliñás al estilo de Sanlúcar de Barrameda con muchos seguidores, a ensaladilla o chacinas. Luego revueltos, algo de guisoteo, marisco y pescado, que preparan de diversas formas. La oferta carnívora también es amplia con carnes de vacuno o cerdo ibérico, aunque por encargo preparan también cochinillo o cordero. Postres en la mísma línea clásica con la milhoja y la torrija como principales referencias. Admiten reservas.

Precio: Entre 20 y 30 euros por persona.