Benito Piñero abrió en el año 1978 un pequeño despacho de cervezas y algunas bebidas. Así se mantuvo hasta el año 2007 cuando su hijo Antonio se hace con la gerencia del local y empieza a servir desayunos que se han hecho muy populares en la localidad.
El Sombrajo abre a las cinco de la mañana y tiene una amplia barra, en el mismo salón donde está situado el comedor. Fuera, una terraza cubierta. La decoración es funcional y la estrella de la casa son los bocadillos que sirven en varios tipos de panes. El más popular es el «cochinito», un bocadillo con magreta a la plancha y se ha hecho famoso el «Benjamin», un bocadillo con varios ingredientes y que alimenta para todo el día. Luego al mediodía ponen también algunas tapas y platos de cocina tradicional con una oferta variada.
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