Calle Conde de Barcelona n. 120
Julián Antelo y Esperanza Bellido fundaron el establecimiento en junio de 1985. Julián trabajaba para una contrata de Astilleros y cuando cerró la empresa por la crisis económica de los 80 pensó en poner en marcha un establecimiento. El nombre es en honor a su esposa. El sitio se ha ido ampliando a lo largo de los años hasta llegar a su aspecto actual. Ahora es Antonio, hijo de ambos y su esposa, María Teresa Alcázar, los que regentan el negocio.
Típico bar de barrio en una zona modesta de San Juan de Aznalfarache. El sitio es de estética funcional y cuenta con barra y un comedor adjunto. Fuera, terraza. En todo el recinto rige la misma carta a base de tapas de estilo clásico. Tienen un apartado fijo y luego sugerencias que introducen todas las semanas. Hay un poco de todo, desde aliños, a montaditos, frituras y algo de guisoteo. Las tapas son muy generosas de tamaño. Antonio Antelo señala que «seguimos al pie de la letra el lema de mi padre: «calidad, cantidad y precio». Lo cierto es que todo está cuidado y las tapas son muy generosas, con lo que se puede comer practicamente con dos tapas. Tienen fama sus serranitos, también generosos de tamaño o las cabrillas, aunque estas últimas no las tienen siempre. La relación calidad precio es muy buena y como único defecto se podría citar que las patatas fritas son congeladas. También sirven desayunos con varios tipos de pan y un amplio surtido de rellenos, entre ellos una manteca de lomo que elaboran ellos mismos. También preparan la comida para llevar y en este campo tienen mucha demanda. No tienen teléfono, ni admiten reservas.
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