La Carnicería Felipón se funda en el año 1956. La ponen en marcha los hermanos Felipe y Alberto Llano, que mueren jóvenes y es su madre Pepita Peña la que continúa la actividad. La firma terminó cerrando, pero en el año 2003, Felipe Alberto, uno de los hijos de Pepita, refunda la firma, junto a su esposa Manoli Palacios. En la actualidad tambíen forman parte ya de la firma dos de los hijos de Felipe y Manoli. El nombre de Felipón se debe al bisabuelo de Felipe Alberto, que era conocido con este nombre debido a que era muy corpulento y se desplazaba por Coria del Río, donde vivía, sobre un pequeño burrito. Aquí más datos de la historia del establecimiento.

El establecimiento es de los que llaman la atención. Nada más superar la puerta hay una sala con 14 metros lineales de vitrinas de cristal donde se exponen desde carnes de cerdo, pollo, vacuno o cordero hasta platos preparados, precocinados, chacinas o embutidos, todo en abundancia y con una llamativa limpieza. Para surtir a este inmenso escaparate hay unas instalaciones de 1.000 metros cuadrados de cocinas, salas de despiece o frigoríficos, ya que la gran mayoría de los productos que venden son de elaboración propia. La carne la venden en diversos cortes y es despiezada por ellos mismos. Los platos preparados vienen en envases termosellados que permiten tener en frigorífico los alimentos que contienen quince días. Hay desde guisos o aliños a empanadas o tortillas realizadas con huevos frescos. Cuentan además con página web desde la que se pueden hacer pedidos y con reparto a toda España. Es famoso sus chorizo, su carne mechá o sus mantecas, que se sirven para desayunar en muchos bares de la zona.

Entrada a la carnicería. Foto: Cosasdecome.

La tienda tiene catorce metros líneales de vitrinas expositoras. Foto: Cosasdecome.

Felipe Llano con sus hijos. Foto: Cosasdecome.