El establecimiento es uno de los más antiguos de Andalucía. Abrio en 1836 y desde entonces está en manos de la misma familia. El nombre se debe, precisamente, a Anselmo García Randado, el hijo del fundador, el lebrijano Juan García Rico. (Toda la historia del establecimiento aquí)
Hoy en día el negocio está regentado por la quinta generación de la familia, los hermanos Juan José y Francisco de Asís (Kisco) García Vázquez, aunque ya la sexta generación, con Francisco José y María, hijos de Kisco, hacen sus primeros pinitos.
La familia mantiene el espíritu del establecimiento con un pequeño ultramarinos a la entrada del local, del que se surte el bar, y la taberna a la que se entra por una puerta situado justo al lado del almacén. Tiene una barra larga, desde la que se ve como preparan los bocadillos, algunas mesas y un patio. La estancia está llena de fotos y objetos antiguos y tiene encanto. Cuentan también con terraza.
En lo gastronómico la estrella son los montadidos. (ver aquí un amplio reportaje sobre ellos). En la carta hay más de cien, todos de invención propia del establecimiento aunque preparan más de 300 diferentes. Van en diferentes tipos de panes y todos llevan, al menos dos ingredientes. Se sirven partidos en trozos para que se puedan compartir. Además tienen chacinas, algunas de elaboración especial para la casa como una carne rellena. Curioso el plato de pulpo que sirven con patatas y salsa gaucha y un picadillo de piparras vascas y cebolla. La carta de vinos es amplia.
Precio: Menos de 10 euros.
Los montaditos, todos muy cuidados. Los caracoles.
¿Hay algún dato erróneo sobre este establecimiento? Dinos lo que hay que cambiar rellenando este formulario.
Muchas gracias por colaborar con Cosasdecome