José Moreno «El Pompa» puso el establecimiento en marcha, una tasca que vendía vino y cerveza, en el año 1966. Su hijo, Francisco y la esposa de este, Angela Fernández fueron los que introdujeron el tapeo y llevaron a la popularidad el establecimiento. Desde el año 2015, es la tercera generación de la familia, María Luisa Moreno Fernández y David Ruiz, su mariedo, los que gerencian el establecimiento. (aquí su historia, más detallada).
El local fue completamente renovado en el año 2019. Cuenta con un pequeño comedor, de ladrillo visto y con fotos de recuerdos, donde hay media docena de mesas a las que se unen las de la terraza, cubierta con un toldo. En lo gastronómico está el aspecto más curioso del sitio ya que combina las tapas tradicionales, las que hicieron famoso el establecimiento, que ejecuta María Luisa, con las creaciones innovadoras de su marido, David Ruiz. Así el pepito de gambas con alioli, el pinchito de cerdo o el solomillo al whisky son los platos que se llevan más aplausos en el lado tradicional. En cuanto a la innovación, la carta cambia cada semana y está caracterizada por la cocina fusión. En la carta prioridad a los vinos andaluces. Postres de elaboración propia. Se come a base de tapas y de platos que se pueden compartir. Admiten reservas.
Precio: Entre 20 y 30 euros por persona.
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