La confitería la fundó Emilio Rodríguez Montero en el año 1986, aunque ya su suegro, Rafael García Perez, natural de Puente Genil, se dedicaba a la pastelería. De hecho fue el fundador de la famosa fábrica de dulces «Garpe», ya cerrada. Ahora son el hijo y el nieto de Emilio, Antonio Jesús Rodríguez García y Antonio Jesús Rodríguez Martin los que regentan el establecimiento.
El establecimiento ha sido remodelado recientemente y cuenta con un vistoso despacho de dulces con un amplio expositor donde puede verse su variado surtido. Hay desde tartas con un aire más innovador hasta dulces tradicionales como milhojas, dulces de crema, con nata o merengue. Elaboran también tartas por encargo y para hostelería. Entre los dulces de más éxito uno característico de ellos que llaman «roscos de gachas» y que se elaboran con una masa de petisús que luego se baña en almibar. En Navidad famosos sus roscones de reyes que elaboran con varios rellenos.
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