Lucía Muñoz y Pascual Llamas pusieron en marcha una churrería en octubre de 1992, cuando todavía Sevilla Este no estaba tan poblado como ahora. Resaltan que fueron uno de los pioneros. Lucía viene de familia de churreros y complementaron su oferta con pollos al mediodía. Posteriormente y ante el éxito de su negocio lo han ido ampliando como freiduría y tienda de platos preparados para llevar.

El sitio es amplio y desde el despacho, bastante bien surtido de comidas preparadas se ve la cocina donde preparan un surtido de unos 70 platos diferentes, aunque no los tienen todos todo los días. A ello hay que sumar los pollos asados y también el pescado frito que sirven al peso en los típicos cartuchos de papel de estraza. Por la mañana también tienen churros que elaboran de 3 formas diferentes: de rueda, de patata y luego unos minichurros con la misma masa de los de patata. También ofrecen chocolate caliente. Todo lo que tienen es para llevar. Lo sirven en envases al peso. Tienen desde aliños a guisos de cuchara y también carnes o albóndigas, además del típico solomillo al whisky, la sangre encebollada o las tortillas de patatas.

Vista exterior de la freiduría Covadonga. Foto: Cosasdecome