Llevaba un tiempo siguiendo en las redes sociales a la hamburguesería Monkey Food, está situado en la calle Nuestra Señora del Carmen 12, Dos Hermanas (Sevilla). Es un restaurante nuevo y eso se nota en el local, con un diseño sencillo y moderno, donde Monkey que da nombre al local y además lo llevan como bandera en su logo está presente en la mayoría de las paredes, con un color naranja oscuro (perdón por mi percepción de los colores) hace referencia a su comida favorita el plátano. Mediante las redes sociales realizaron un sorteo con la intención de regalar una hamburguesa a 5 suertudos durante varios días y me toco!!!!, pensaba que esos sorteos no valían de mucho, pero en este caso sí. Fue la excusa perfecta para dejar todo e ir, pues no encontraba el momento.
Reservamos mesa para 4 a través de la aplicación y al llegar para almorzar teníamos todo listo. Nos atendieron de inmediato y nos dejamos aconsejar por la camarera, con las bebidas sirvieron por cortesía de la casa una tapa de nachos para que pudiéramos comer algo mientras ojeábamos la carta, cosa que nos supo a poco y pedimos para el centro los “The Classic Nachos”, en el momento que lo sirven a la mesa resalta los colores del plato, la parte central de los nachas viene cubierta por la mezcla del chile con frijoles y picos de gallo, en uno de los lados el color verde del guacamole hace contraste con el blanco de la nata agria, todo esto bañado en con crema cheddar. Para mi el mejor momento es cuando cojo el primer nacho y veo como ese queso se estira y se estira hasta que parte… es increíble. El primero nacho lo bañe en la salsa agridulce y al paladearlo note cada ingrediente, la salsa se hace notar, pero sin tapar los demás ingredientes y sientes una cascada de sabores detrás de otro diferenciando cada ingrediente que compone el plato. Luego fue el turno del guacamole, no se queda atrás y añade un toque fresco muy bueno a cada bocado.
Una vez en este punto llego el momento de los platos fuertes, mi hija mayor se pidió un plato de patatas “Napolitanas” compuesto por patatas fritas gratinadas en la que la salsa carbonara realizada en el local junto al bacón, la cebolla y el queso lo convierte en un pasaje directo para dormir una buena siesta después. Mi mujer y mi hija pequeña amantes del queso se decidieron por la hamburguesa “Cheese Burguer”, compuesta por una carne de vaca nacional de 220gr acompañada de queso cheddar y no contentos con el queso le echan crema de cheddar y bacón, todo esto lo soporta un pan brioche que da gusto aplastar y ver como recupera su forma original una y otra vez. Yo al ser el más glotón de los 4 elegí la hamburguesa “Big Monkey”, entre sus pan brioche viene una carne de 330gr también de vaca nacional, con una capa de bacón crujiente, aros de cebolla, huevo, portobelos salteados, queso gouda y salsa Monkey, la presentación es increíble, la sirven en una bandeja de madera acompañada por patatas, viene digna de fotografía, está muy bien diseñada y se aprecia las distintas partes que la componen, siendo la carne la más presente pero dejando ver el queso derretido junto al huevo y demás ingredientes, todo esto con un buen baño de la salsa Monkey que chorrea del interior como si fuera una cascada fluyendo de la hamburguesa.
Lo primero que tienes que saber es que hay que estar dispuesto a mancharse las manos, cosa que a mi particularmente me encanta al comer una hamburguesa, el siguiente paso es decidir por dónde empezar y ver bien donde damos el primer bocado porque por mucho que la presionemos no entra completa en la boca, una vez hemos decidido a darlo podremos saborear el intenso sabor a carne, un sabor fuerte pero sabroso, a la carne le dan el punto justo y se nota en su jugosidad e intensidad. No soy muy partidario del huevo en las hamburguesas porque le roba fuerza a los demás ingredientes pero en este caso no fue así, al revés, aporta más jugosidad sin robar intensidad a la vaca siendo un buen complemento, la salsa Monkey de un color anaranjado consigue hacer la transición de sabores del huevo a la carne aportando un toque con carácter a toda la mezcla y marcando la diferencia del restaurante, el pan aguanta casi hasta el final portándose como un campeón, no es fácil encontrar uno que pueda resistir todo lo que la hamburguesa lleva.
La verdad y haciendo un resumen de la visita el Monkey Food merece un lugar en la lista de las hamburgueserías que hay que visitar mínimo una vez, en mi caso lo tenía previsto, pero fue ese sorteo lo que provocó que la adelantara. Quiero dejar claro que mi valoración ha sido mi opinión, el hecho de ese sorteo solo ha desencadenado adelantar mi visita.
El tapatólogo acompaña su informe con la foto de arriba.