Eugenio Camacho señala: «En su amplísima selección encontramos los amontillados imprescindibles (Cuatro Palmas, Fino Imperial, Quo Vadis, La Sacristía AB, una reserva familiar de Gutiérrez Colosía, 51 1ª, un VORS de Urium) a no menos de 18 o de 12 euros la copa. También los palo cortado de Sacristía AB, Maestro Sierra, el Capuchino de Osborne, Apóstoles de González Byass, de Tradición, Lustau, Navazos o Emilio Hidalgo, de 25 euros la copa para abajo. Olorosos VORS de Lustau, de Díez-Mérito, Sibarita de Osborne, Matusalem de González Byass, entre 18 y 12 euros la copa. Dentro de los olorosos, presume de su última adquisición, la solera especial de Alfonso, que cobra a 25 euros la copa. A eso se le llama valorar el vino de Jerez. Creams, manzanillas, finos, pedroximénez, blancos, vermut y tintos completan una oferta que incitan a dejarse las pestañas y hasta la razón. Por cierto, que en el Cateca trabajan el vino a granel, que aparece como amontillado, oloroso, palo cortado, fino y demás jereces “De la carta”, al módico precio de 1,50 la copa. He comenzado por La Panesa, el fino casi amontillado de Emilio Hidalgo que me ganó para los restos hace muchos años. Seguimos con el excepcional amontillado Olvidado, de Sánchez-Romate, y con otro amontillado que no se le queda, Cuevas Jurado, almacenista de Lustau. Continuamos con uno de los mejores finos del Marco, Pavón, de Caballero, y cerramos por gentileza de la casa con Velo de Flor, una sensacional manzanilla de bodegas Alonso».
Eugenio realiza una crónica más amplia de su visita en su blog A boca llena. Pinchar aqui para verla.
La foto de arriba es de Eugenio Camacho y corresponde al interior de la taberna Manolo Cateca.