La carta carnívora de Afuego Brasería tiene una sorpresa y es un interesante trabajo que están haciendo con otra firma de prestigio de la provincia de Sevilla, El Descansillo, la finca especializada en cría de cerdos ibéricos con sede en Paradas. Con los carníceros están llevando a cabo un experimento de maduración de la carne de cerdo, algo hasta ahora poco habitual. «Hasta ahora hemos visto que lo ideal son 30 días en cámara antes de consumirlo» señala Daniel Coronel, el asesor gastronómico de Afuego. El proceso se elabora con costillares de cochino ibérico que se sirven en el restaurante con su hueso al lado como si fuera el típico chuletón de vacuno. La carne viene presentada de forma muy llamativa, con la chuleta cortada en lonchas como de medio dedo de grosor, una ensalada de espinacas y una crema de apionabo, que hacer de «tranquilizante» para el paladar ante tanta intensidad gustativa. La carne está jugosa, en perfecto punto de cocción que logra el equipo de Nacho Morón, el jefe de cocina de Afuego. El sabor recuerda un poco al de un chuletón de vacuno, pero más suave y jugoso. Para acompañar sirven también un original chimichurri que también lleva un toque ahumado. El plato sale a 25 euros (precio a septiembre de 2024).