Lunes. Ocho de la mañana. Viaje Sevilla-Sanlúcar de Barrameda, y a la altura del peaje de Las Cabezas empiezan a sonar las tripas. Pero tranquilos, que estamos llegando a la Venta del Pan… Este templo desayunístico, que en temporada alta despacha 1.500 tostadas diarias, lleva abierto más de 30 años, desde que lo fundase el que sigue siendo su actual propietario, Juan Galán. Un hervidero de gente, señal inequívoca de que aquí se hacen las cosas muy bien, atendidos en cuestión de segundos por sus 20 empleados. Y otro dato: cada semana salen de aquí 1.000 kilos de pan.
Nuestra recomendación, la trilogía de mantecas. La Santísima Trinidad del colesterol (del bueno) hecha en casa: colorá, con y sin tropezones; blanca, siempre con carne; y sobrasada. Lo más demandado, la rebaná de pan de pueblo, y si se hace tarde para desayunar, su gran especialidad: el solomillo al whisky. Por cierto, si son de los que gustan de probar con la suerte, compren una papeleta para Navidad, que la cesta incluye, entre otros, un piso en la playa, un coche y una moto. Casi nada…