Los barquitos de la confitería Galvez no navegan a vela, ni a motor, navegan con un suave bizcocho «encajado» en un barco de finísimo hojaldre que lo rodea y que se corona con una capa de fondant, lo que refuerza su parte dulce. El barquito viene envuelto en un papel parafinado que le da un aire tierno y a sabor de toda la vida que se confirma cuando te comes el interior. Franciso José Galvez, el maestro pastelero de este establecimiento de Lora del Río logra un dulce «meriondologicamente» perfecto, de esos ideales para acompañar con café con leche y sofá. La unidad sale a 50 céntimos (precio a junio de 2019)