Lo primero que hay que decir es que el «platito» que te ponen es generoso con dos canelones de tamaño «casi familiar» y bien cubiertos de relleno, como si fuera una manta de Paduana de esas que lo cubren todo. La cosa empieza con relleno original a base de pollo de corral que asan y luego parten en trozos pequeños, mezclándolo con especias y una salsa romescu lo que le da bastante fuerza que atemperan con una bechamel muy suave y cremosa. Por lo alto, el cocinero Adelino Guerreiro, de Palomares y formado en la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, le pone un poco de queso curado, que van variando en función de las existencias. El conjunto resulta muy agradable de comer, de esas tapas que vas a un sitio y la pides siempre porque te hace sentirte en casa. La acompañan con unos piquitos camperos de Marchapán de Utrera, cuyo crujientismo «panida» estupendamente con la suavidad de los canelones. El «platito» con dos canelones sale a 4 euros.

El sitio ha cerrado.

El cocineo Adelino Guerreiro, autor de este plato, junto a Ana Chacón. Los dos regentan el establecimiento. Foto: Cosasdecome

El descubrimiento pertenece a la ciencia de:

Pastoseo imaginativo: Dicesé de la disciplina científica que estudia los platos compuestos por pasta italiana, en cualquiera de sus manifestaciones, y que vayan más allá de la boloñesa o la carbonara. Se valora la utilización de productos locales y evitar el uso del kiwi.