En apenas tres años, Plato Plató se ha convertido en una de las referencias del buen comer en el barrio de Felipe II, y gran parte de culpa la tienen sus archifamosos niguiris de buey con foie flambeado. Una de esas cosas adictivas que, como te descuides, puedes comerte un saco sin pestañear.

Por 4’8 euros disfrutará uno de dos piezas de este manjar, que preparan con un arroz digno de los mejores restaurantes japoneses, ligeramente agridulce, coronado con una fina loncha de buey y un dado de foie, que le aporta un contraste interesantísimo. Ah, y antes de salir de la cocina, un ligero flambeado, casi nada.

El descubrimiento pertenece a la ciencia de:

Cocina en amarillo: Ciencia tapatológica que se ocupa de analizar todo lo relacionado con la cocina oriental.